06 Feb Mal rollo, mal ambiente y cómo solucionarlo
Mal rollo, mal ambiente, malas formas y cómo solucionarlo
“¡Es que me estás ignorando!”- escuchaba decir el otro día una persona a otra.
Esta afirmación me da que pensar y reflexionar sobre dos preguntas:
- ¿Somos conscientes de nuestras formas de decir las cosas a los demás?
- Y, por otro lado, ¿cómo es la interpretación que hacemos de lo que ocurre a nuestro alrededor?
Hay una sutil diferencia entre la rotunda afirmación en plan “verdad como un templo” de: “¡me estás ignorando!”
A otra en la que expreso cómo me siento con lo que ocurre: “¡me siento ignorada!”
Analicemos ambas:
“me estás ignorando” “me siento ignorada”
| Se expresa como si fuera un hecho siendo algo subjetivo y que puede no ser cierto.
Apunta directamente al otro con el dedo, indicando un culpable externo y evadiendo responsabilidad
Estilo de comunicación agresivo
Existe un reproche o una llamada de atención sin indicar la demanda o lo que se necesita
Hay una etiqueta ó juicio: “eres un ignorador” por lo que el otro puede sentirse atacado y sentir que ha de defenderse. |
Es un sentimiento y como tal es lícito siendo algo propio que expresamos para que el otro sea consciente para que pueda empatizar.
Habla desde el yo responsabilizándose de las emociones propias.
Estilo de comunicación asertivo A partir de aquí podría indicar algo como: “necesito que pares lo que estás haciendo, me mires y escuches un momento”
No hay juicio ni etiqueta por lo que no hay necesidad por parte de la otra persona de defenderse.
|
Si esto así no está claro, la pregunta sería:
¿en qué te basas para afirmar que te está ignorando? Cosas concretas.
Y podría ser:
- No me mira.
- Está haciendo otras cosas.
- Se puso a hablar por teléfono o con otra persona.
La frase de una viñeta que leí en una ocasión decía:
“Tu estado de ánimo no puede depender de otra persona porque entonces, ya no es tuyo.”
Y es que suelen ser varios los factores por los que se genera mal rollo o mal ambiente en los espacios de trabajo aunque principalmente y por mi experiencia, viene a ser por dos cosas:
- la forma en la que decimos las cosas y
- la diferencia entre lo que esperamos y lo que ocurre realmente.
Sí, tema de comunicación y expectativas.
Esto es solamente una frase y podría comentar muchas más como las imperativas de:
- Haz esto, dame aquello, ven a mi despacho que quiero hablar contigo,…
“No es tanto lo que se dice sino el cómo se dice.”
Para cuidar las formas, vayamos a los básicos:
- Sonreír
- Saludar: hola, buenos días / tardes / noches
- Pedir por favor
- Dar las gracias
- Decir lo siento, me he equivocado
- Despedirse: hasta luego / mañana / la próxima semana
Otros:
- Pedir permiso: ¿puedo decirte algo? ¿cuándo podemos hablar un momento?
- Hablar de lo que te ocurre desde el “yo” en lugar de desde el “tu”. Ejemplo: Estoy algo preocupada porque no veo que con el ritmo de trabajo vayamos a llegar a los plazos de entrega.
- Hacer preguntas abiertas con el objetivo de resolver y empoderar: ¿qué solución plantearías? ¿cómo lo resolverías? ¿qué acción crees que debe llevarse a cabo? ¿qué te impide hacerlo?
- Cambiar el imperativo por una petición. Ejemplo: ¿Me puedes facilitar los datos de este mes? En lugar de “dame los datos de este mes”.
- Indica para qué necesitas las cosas: ¿Me puedes facilitar los datos de este mes para poder incluirlos en el informe del cliente? Tengo reunión con él este viernes.
- Establece plazos o prioridades: La fecha tope es el jueves a las 12h. ¿Te parece que podamos el miércoles de esa semana para así tener margen en caso de que hubiera que ajustar algo?
- Utiliza la fórmula de CNV, comunicación no violenta.
- Veo que es la tercera vez que no tengo los datos a tiempo.
- Siento que no estamos cumpliendo.
- Necesito que se respeten los plazos de la planificación marcada.
- ¿Puedes por favor preparar los datos para la próxima reunión?
La estructura es:
-
- Veo…
- Siento…
- Necesito…
- Petición
Después, más allá de las formas, en cuanto a expectativas, ayudará facilitar espacios de encuentro tanto formales como informales donde preguntar sobre cómo están las personas y escuchar para saber si se están cumpliendo sus expectativas o dar la información que pueda ayudarles a estar más a gusto.
Por ejemplo:
- Reuniones
- Almuerzos
- Excursiones
- Actividades deportivas: paddle, bici, running,…
- Jornadas outdoor
También pueden establecerse vías para recibir información por parte de los trabajadores como pueda ser a través de:
– buzón de sugerencias
– encuestas de clima laboral.
La solución no es algo que venga de la noche a la mañana aunque sí debemos de ser los primeros dando ejemplo y cuidando las formas como gerentes, managers, responsables, mandos intermedios.
No dudes en pedir información para mejorar la situación.
Verónica Carrascosa
veronica@veronicacarrascosa.com