Tratar con personas enfadadas

Tratar con personas enfadadas

Preparándome para salir, acudo al cuarto de aseo donde hago un movimiento con el brazo que hace caer del lavabo el bote de espuma del pelo que se encontraba algo al borde del mismo. Al momento un ruido espantoso acompañado de un “¡ssshhh!”, sonido de perder gas, así como espuma por todos los lados.

¡Oh, no! El bote se había perforado al chocar con el portarrollos de papel higiénico.

Corriendo agarro el bote del que no para de salir espuma, localizo el agujero e intento taparlo pero no hay manera, quiere seguir saliendo el gas con espuma y más espuma.

Todo el lavabo y parte del suelo del baño está blanco por la espuma y sigue saliendo y saliendo. “¡¿Qué hago?!” Tenía que pensar rápido, guardar la calma y actuar.

Al rato me di cuenta de que poco podía hacer más que abrir el grifo de agua, sostener el bote y esperar. Esperar a que saliera todo el gas y con él la espuma. Esperar desde la calma, con paciencia y sabiendo que aquello no iba a parar hasta que no saliera todo lo que llevaba dentro.

Y, ¿a qué me recordó?

A una persona enfadada y cómo actuar según un vídeo de Elsa Punset.

Cuando tenemos frente a nosotros a una persona cabreada hay que tener en cuenta que hay una primera fase de descarga en la que seguramente haya sufrido lo que se llama un “secuestro amigdalar”. La amígdala es la parte más emocional del cerebro.

Un mecanismo en el que las personas atacan, se paralizan o huyen.

Igual que no podemos hacer nada para parar la salida de espuma del bote, poco podemos hacer para parar a una persona cabreada.

Lo primero identificar a la persona cabreada que aunque no siempre, muy frecuentemente se manifiesta en forma de:

  • Respiración agitada.
  • Tensión en los músculos.
  • Movimientos rápidos.
  • Tono de voz alto.

Por lo tanto:

Paso 1: Deja que salga todo lo que la persona lleva dentro.

Desde la calma, simplemente observa y escucha sin decir nada.

La otra persona está en modo combate, en modo descarga. Ten paciencia y espera.

Mantente en modo conversación.

Paso 2: Piensa que es como el bote o como una reacción química y espera a que baje ese sufle emocional.

Paso 3: Trata de romper el bucle en el que está ralentizando la conversación.

Dile:
¡Por favor, habla más despacio! Me gustaría entenderte. Quiero ayudarte.

No digas: ¡no grites!
Y no le indiques lo que ha de hacer.

Paso 4: Haz preguntas para que pueda reconectar con su parte racional y acabe de expresar lo que siente.

  • ¿Cómo estás?
  • ¿Qué quieres hacer?
  • ¿Cómo podemos solucionarlo?
  • ¿Qué quieres que haga?
  • ¿Cómo puedo ayudarte?
  • ¿Prefieres que lo hablemos ahora o algo más tarde?

 

Paso 5: Repite lo que has entendido de lo que ha verbalizado en cuanto a cómo se siente. Todo sin juzgarla ni retarla.

Y recuerda dejar que tenga la última palabra a la persona enfadada.

¡Pruébalo y me cuentas!

veronica@veronicacarrascosa.com



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